Pese a saber que mi reputación friki corre el riesgo de sufrir un duro golpe, he de confesar lo siguiente: nunca me llamó la atención Ravenloft. Lo sé, lo sé, ya me resto 100 puntos de gloria 😛
En fin, sea como fuere, cuando Paizo anunció que su nuevo Adventure Path, Carrion Crown, iba a homenajearlo, me di de baja de la suscripción. Y sé que igual soy un rarito, pero no me hace especial gracia explorar a fondo la ecología, políticas y demás zarandajas que suele tener la no-muerte en un ambiente medieval-fantástico.
A ver, no es que esté en contra de meter algún que otro vampiro, fantasma o invasión zombi para salpimentar una campaña. Qué va. Lo que no me termina de hacer gracia es revisar todas las variantes de cadáveres animados en diversos grados de putrefacción y de espíritus incorpóreos con poderes variados que pueblan los Manuales de Monstruos. Que sí, que los no-muertos son parte integral de D&D (ni más ni menos que una clase básica, el clérigo, ya viene de serie con poderes contra ellos), pero me parece que una sobredosis de ellos acaba por no dar miedo, que es la principal motivación que yo tendría para sacar estos bichos. Entiendo que haya un montón de gente a la que le seduzca lo macabro, las tumbas y demás, pero yo prefiero todo eso en otro juego más propio, gracias.
Supongo que una de las razones es que no termino de entender el sentido D&Diano de la no-muerte. Siempre me ha parecido que se meten en este grupo cosas muy dispares. Por ejemplo, los esqueletos y zombis (según se dice en la descripción) son meros cadáveres sin mente reanimados, a veces con magia. En este caso, ¿no deberían ser constructos? Y sin embargo los constructos ni se inmutan cuando viene el cleriguillo de turno enarbolando su símbolo. Por los mismos derroteros va mi concepción particular sobre el Liche. Si básicamente se trata de un proceso mágico que te prolonga la vida indefinidamente al tiempo que te mete en un cuerpo muy mejorado, ¿no sería más parecido a un cyborg? ¿Deberían Robocop y las cabezas en frascos de Futurama retroceder ante un crucifijo?
Luego hay toda una serie de espíritus, como el Wraith, que «nacen de la maldad y la oscuridad» y se pasean por el Plano Material, algunos poseyendo cadáveres frescos y dándoles poderes guays. Sin embargo no parece que provengan de algún infierno o del ámbito de algún dios diabólico, porque mientras a estos espíritus se les puede expulsar, a los demonios y a los diablos ¡no les afecta la expulsión clerical!. Lo cual también resulta chocante, sobre todo si tomamos al Padre Merrin como ejemplo.
Vamos, que a poco que te pares a pensarlo resulta que hace falta documentarte mogollón para encontrar alguna consistencia a todo este batiburrillo de más allá. Y francamente, tampoco me interesa tanto el tema como para ponerme a ello, la verdad. Con lo fácil que lo tenían los griegos, los romanos o los cristianos, casi sale a cuenta estudiar alguna de estas religiones «de verdad».
En fin, que yo prefiero seguir explorando otras ambientaciones o temáticas que me molen más. Entre las que, por cierto, tampoco está el siguiente Adventure Path que han anunciado, Jade Regent, ambientado en su propia pseudoChina-Japón. Una lástima, tendré que esperar un añito para ver si me vuelvo a suscribir a Paizo. Con la ilusión que me hacía recibir cada mes una cosica de ultramar…
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