Seguro que no os habréis dado cuenta porque la mayoría me leéis por lectores RSS o cosas así, pero me llena de orgullo y satisfacción haceros notar que… ¡estreno cabecera!
Y mira que yo soy poco de hacer cambios, y menos aún estéticos. Yo puedo estarme perfectamente toda la vida con el mismo papel pintado en casa y tan feliz… pero mira por dónde, a veces estas cosas surgen sin haberlas planeado.
Hará una semana me surgió la idea de hacerme una camiseta para identificarme en jornadas, al estilo de lo que sugieren los organizadores de las Ludo Ergo Sum. Estuve haciendo unas pruebas con la cara del señor Stafford, con un pantallazo del aspecto de mi blog… pero nada, ninguno de mis diseños me terminaba de convencer.

Sin embargo tengo la inmensa suerte de desayunar diariamente con Dibujario, con el que suelo hablar de lo divino, de lo humano y de lo friki. Así que le comenté lo que estaba haciendo y él se ofreció a hacerme un logo así, porque sí.
Reconozco que me tomé su ofrecimiento con bastante escepticismo, ya que está hasta las cejas de proyectos de fuera y dentro del curro. Sin embargo, al día siguiente de comentarle las ideas que el maese Oscar Iglesias y su dama Raquel Cano (¡gracias de nuevo!) me proponían para el logo, va y me sorprende con esa pedazo cabecera que veis ahí arriba.
Agradecido… emocionado… solamente puedo decir… que te debo una de las gordísimas. ¡Millones de gracias, camarada! Si la Otra Vida resulta estar gobernada por un dios rolero o algo, no te preocupes, que ya te cuelo yo 😉


La Biblioteca
Claro, el sorpresón ha sido tan mayúsculo que no ha habido más remedio que subirlo a lo más alto en la escaleta, desplazando aquí abajo la auto-noticia que iba a poner esta semana. Noticia que, por lo que he podido ver en las estadísticas, a algunos ya no os pillará por sorpresa… en fin.
Resulta que, a lo tonto, ¡Zagales! ha hecho que el puñado de cosillas en PDF que pongo a vuestra disposición no quepa en ese espacio en la barra lateral donde las tenía hasta el momento.

Así que he decidido darles un lugar un poco más decente: una página entera dedicada, accesible pulsando «Biblioteca» en la barra superior. En la página encontraréis una pequeña descripción de cada elemento, una imagen que lo identifique y también una URL a la entrada en la que apareció, donde podréis ver el resto de detalles.
Vamos, que acabo de terminar el equivalente a ordenar el desván y pintar las habitaciones. ¿Quién se trae unas pizzas para estamparlas contra el techo? 😛
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