No puedo por menos que aplaudir la iniciativa de Bester Brainstormer de recoger este guante lanzado por Rafa, de Detrás de la Pantalla. Me parece estupendo todo lo que sea hacer más piña en la rolesfera castellanoparlante, así que ¡ahí va mi granito de arena!
En general yo soy bastante fan de este movimiento de la Vieja Escuela, pero lo cierto es que no me había parado a pensar detenidamente él. Esta edición del Carnaval del JdR me va a servir para poner un poco de orden en mis ideas, así que a ver qué sale de esto…
Está claro, no se puede negar el poder de la nostalgia. Desde los anuncios de Cocacola, la existencia de Kiss FM, los remakes cinematográficos o llevar al cine series de los 80, está claro que la añoranza de nuestros años mozos vende, y mucho. Pero no sólo pasa en el mundo «normal», en el mundo friki este sentimiento impulsa a un montón de gente a programar emuladores y adaptar juegos del pasado para que funcionen en las nuevas plataformas.
En el caso del rol, estaba claro que tarde o temprano alguien iba a inventar el retroclon. Era sólo cuestión de tiempo. Mazmorrear es para los roleros el equivalente a ir a un concierto de los Secretos o a volver a pasarnos el Monkey Island: una forma más de volver a esos tiempos que entonces no valorábamos y que ahora, inmersos en la vida «plenamente adulta», echamos de menos…
Pero ¿qué pasa cuando los originales son inencontrables, están descatalogados o valen una fortuna en ebay? Pues que no nos atrevemos ya a llevarlos a la mesa de juego. En cierto modo comparto la afirmación de los editores de Dark Dungeons, el retroclón se convierte en una edición «de batalla» para jugar mientras mantienes tu edición original en perfecto estado, a salvo de huellas de Risketos o de gente que no respeta la regla de » no abrir en ángulo superior a 90 grados» (Bukran, guiño, guiño 😛 ).
Algunos retroclones van un poco más allá y «modernizan» o apañan a su manera algunas inconsistencias del reglamento original, pero suelen cumplir con su cometido principal: poder coger cualquier aventura del juego original y ponerte a jugar inmediatamente, sin preocuparte por hacer grandes cambios mecánicos.
Y ¿no sería más sencillo coger un PDF de los originales y hacer que te lo impriman en Lulu o en Bubok? Pues… sí, para qué engañarnos, pero estaríamos perdiéndonos todo el componente social del tema: los comentarios, los artículos, la espera compartida… Que sí, que mola mucho ver The Big Bang Theory cuando y donde quieras, pero echo de menos que lo veamos todos a la vez, a la misma hora, y comentar con vosotros el episodio. Estos eventos son los que hacen que nos sintamos parte de una comunidad.
No, no es un «Bazinga» a todo lo que llevo escrito hasta ahora, jajajja. Solamente quería votar a favor de la propuesta de Pableras de poner en un Cepo en la plaza del pueblo a quien tradujo «Bazzinga» por «Zas en toda la boca».
Por todo lo anterior opino que está muy bien que haya retroclones. En castellano de momento no hay demasiados, y los que hay anunciados apuntan a ediciones distintas: Roll & Play a las ediciones de AD&D, Aventuras de la Marca del Este a las ediciones de D&D Básico. Vamos, que pienso que estamos muy lejos de la saturación que hay en el «mercado» guiri.
Como reflexión particular, también me pregunto si este movimiento no tendrá también algo de búsqueda sobre los motivos por los que el rol nos caló tan hondo. Tal vez fuera el ambiente medieval-fantástico. Quizás el que no hubiéramos conocido nada parecido antes. Pero ¿no será también porque los reglamentos eran tan retorcidos y complicados?. A mí me maravilla que en aquellos tiempos fuéramos capaces de interiorizar cosas como el MERP, el Advanced Dungeons & Dragons o el Runequest, mientras mirábamos por encima del hombro al Príncipe Valiente. ¿Es posible que a ciertas edades sean más adictivos juegos más complicados, o fue algo puntual de nuestra generación que no se puede transplantar a las nuevas?
Ya lo veremos…
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